Editorial 31/05/2012
¡ES MUY BUENO!: el Frente para la Victoria avanza hacia su disolución, al menos como se lo conoció por estos pagos. Por esta región o por esta Sección Electoral. Todavía pueden observarse en cualquier registro las fotos del fallecido ex intendente de la capital del cemento, Helios Eseverri, junto a Néstor Kirchner en los primeros tiempos de la gestión del fallecido ex Presidente. Olavarría fue la primera ciudad del interior que visitó durante su gobierno.
Y allí se realizaron las más grandes obras de infraestructura de la región. Semanas atrás, la inauguración realizada por el intendente de Azul, en su ciudad, del enlace entre las rutas 3 y 226, que tuvo un costo cercano a los 135 millones de pesos fue un paso de fallida comedia, cercano al ridículo. Al parecer hay quienes aún desconocen lo que sucederá en los próximos meses, algo que tuvo su origen en constantes roces y su máximo pico de tensión en el cierre de listas seccionales para las elecciones del año 2011. El coletazo inmediato posterior sucedió en Olavarría como respuesta a la “inauguración”. Cerca de 15 mil olavarrienses inauguraron el “Enlace” y el Intendente José Eseverri fue duro con quienes, según sus palabras “le faltaron el respeto a la historia”.
Para quienes conocen el desenlace y la implosión de lo que fue el Frente para la Victoria en la Séptima, estos hechos pueden parecer normales, y se inscriben en un nuevo capítulo de la confrontación del ala dura del kirchnerismo con el “sciolismo” o del “sciolismo” con el “mariottismo”, pudiendo agregarle el lector los “ismos” que desee. Todos dicen que es “peronismo” y, por momentos se asemeja bastante a un mamarracho, por más que se esfuercen en sonreír para la foto y decir que todo está bien. Hoy todavía alcanza el “paraguas” de Cristina y todos tratan de cobijarse bajo él y bajo el de Néstor, claro. Sus fotos están en todos lados. Aníbal indicó, en su momento, donde hay que meterse la marcha y el “Momo” Venegas responde con un agravio a Máximo, haciendo referencia al hijo de Néstor Kirchner y Cristina Fernández“. ¡Es muy bueno!. En el orden local y en el orden seccional, el Frente para la Victoria “envasado en origen”, se desparramó y seguirá haciéndolo. La ruptura de José Eseverri parece un hecho y falta saber cuántos y quiénes lo seguirán. En ese sector parece no haber nadie dispuesto a esperar, otra vez, una aciaga noche de cierre de listas, esta vez de candidatos a senadores.
EL PERONISMO: Es tan clara la situación como que la sucesión de Cristina no llegará desde la oposición, como se la conoce, sino desde dentro de la estructura gobernante en la Nación y en la mayoría de las provincias. Un muy buen análisis del fenómeno que agita al “peronismo” fue desarrollado por Edgardo Mocca, en Página|12.
“Al kirchnerismo se suman organizaciones políticas de diferente grado de desarrollo; las hay fuertemente identificadas con el peronismo y las hay provenientes del universo progresista que decidió el apoyo a los gobiernos kirchneristas; están las fuerzas menores que integran junto al PJ el Frente para la Victoria y las que, como el Nuevo Encuentro, de Martín Sabbatella, militan por ahora fuera de ese espacio. Y debe sumarse también la presencia de referentes de movimientos sociales –en primer lugar las que históricamente se identificaron con la defensa de los derechos humanos–, de espacios intelectuales como Carta Abierta y de destacadas personalidades del mundo de la cultura popular. Es claro que no todos estos componentes son decisivos a la hora de la elección, pero indudablemente han agregado entusiasmo militante y prestigio político a la causa kirchnerista. No todo el kirchnerismo es, por lo tanto, peronista. Tampoco todo el peronismo es kirchnerista. La referencia no se limita al llamado ‘peronismo disidente’, hoy en proceso de disolución. Alude también a la amplia gama que recorre la intensidad de los apoyos al gobierno nacional en la mencionada red territorial del justicialismo. Es innegable que el proceso kirchnerista motorizó un fuerte cambio cultural en un conjunto de cuadros dirigentes partidarios respecto del estado de cosas propio de la década del noventa. Pero tampoco puede desconocerse que también anida en esa estructura una cierta nostalgia por el orden perdido, por aquella matriz política que no tensaba la cuerda en la relación con los sectores más poderosos de la sociedad.” Los duros y los blandos; palomas y halcones. Nada es ni será igual. La situación actual requiere equilibrio, requiere una muy buena comunicación y requiere seriedad con sólidos fundamentos. No se pueden seguir haciendo papelones o mamarrachadas que corren el foco de lo sustancial para posarlo en alguna imbecilidad como la de regalarle medias con la leyenda “Clarín miente” a niños angoleños y, además, sacarse una foto haciéndolo. El kirchnerismo motorizó cambios, sin dudas. Es hora de abandonar lo peor de la política vetusta y es hora de dejar de “darle letra” a quienes están esperando algún ataque de idiotez para hacer una tapa. El “kirchnerismo” debe afrontar la sucesión de Cristina con seriedad y el complejo panorama actual requiere sensatez. Esa que no tuvo tantas veces y la que muchas más veces fue brillante y se tradujo en un masivo apoyo popular.
LAS FOTOS Y LAS OTRAS PELEAS: aquí en Saladillo, por supuesto, las fotos de Cristina y Néstor están en todos lados, salvo excepciones. “Peronismo de Frente”, “Corriente Nacional y Popular”, “Barrio Falucho”, “Juventud Peronista Kirchnerista”, “La Cámpora”, “Kolina”, “Lealtad y Renovación”, “Centro Independencia”, “Agrupación Evita”, “Militancia 17 de noviembre”, “Movimiento Evita”, “Frente Grande”. Por fuera del FpV, Nuevo Encuentro, el Movimiento Mayo y el Movimiento de Integración Latinoamericana y de Expresión Social (MILES). Además, las fundaciones Soñar Argentina y Todos por un sueño. ¿Y el Partido Justicialista? ¿Qué es eso? Así las cosas se visualizan, al menos, cuatro grupos y, entre ellos, enfrascados en variadas peleas. El diputado Walter Abarca avanzó en la constitución de una mesa de dirección del sector y convocó a quince agrupaciones que responden al kirchnerismo. Quince. Un despropósito político y algo absolutamente innecesario a la hora de la representatividad. Hay allí quienes están y no están, a la vez y muchos pensando en qué sucederá a la hora de contar los “porotos”. La idea de construir política territorial es excelente. La idea de unificar criterios y comunicarse con la sociedad, también. Pero será muy difícil cuando algunos de los más importantes dirigentes que deben asumir el liderazgo están metidos en otras peleas, algunas en el territorio y, otras, más lejanas. Esta semana podría definirse la situación de la oficina del IPS, la dirección del Hospital y un cargo provincial para el ex diputado Patricio López Mancinelli. Por su parte, Walter Abarca mantuvo un encuentro reservado con las autoridades del establecimiento médico el último lunes por la mañana. El Diputado se reunió con los doctores Félix Crognale; Carlos Marconi y Norberto Pantín. No trascendió lo conversado y horas después comenzó a rodar la especie de que, finalmente, Walter “Bocha” Fabbi suena nuevamente como posible Director a partir del mes de julio, acompañado por un licenciado en enfermería y por el mismo “Tito” Pantín”. Fabbi responde al “Pato” y la pelea sigue y se ahondará.
Hay que agregar a Juan José Almada y a los funcionarios provinciales en el Distrito, Luis Bertoni, Gerardo Zarandona y Oscar Lacunza, que se reunieron para comer un locro y mostrarse como no lo hacían desde hace meses. Junto al doctor Almada estuvo Alfredo Guevara que aportó su gente a esta cena. ¿Y el PJ? ¿Y las fundaciones? ¿Y el bloque de concejales?. El PJ será otra pelea que, en su momento, el FpV abandonó y que pareciera que algunos pretenden revitalizar. Es sólo una cáscara vacía a la deriva que dará para títulos y más peleas. Las fundaciones continúan operando. Y la cercanía del concejal Roberto Rinaldi a Marcelo Clausel de “Todos por un sueño”, también acerca la cuestión al HCD. El bloque del FpV parece divorciado de cualquier cuestión cercana al kirchnerismo puro. Está fracturado y los próximos meses encontrarán a Analía Maidana más lejos del lugar que hoy ocupa. Su funcionamiento es deslucido y lejano al rol que debe cumplir en el HCD un bloque elegido por una fuerza política que le da representatividad. ¿La Juan Domingo? Un invento con poca vida que será reemplazado, para los sub 45 del sciolismo, por “La DOS” (iniciales de Daniel Osvaldo Scioli). Y allí recalarán quienes se reagrupen alrededor del Gobernador para la batalla, en principio, del año 2013. Hay muchos más ingredientes. En el distrito, la pelea central está planteada por los mismos contendientes. Una disputa que no es sólo política sino que también es personal. Detrás de los dos actores principales se agruparán quienes hasta hoy constituyeron una fuerza que nunca llegó a ser homogénea. Serán Walter Abarca y Patricio López Mancinelli quienes pelearán. Lo de “Unidos y Organizados” parece una muy buena idea. Pero sólo eso. Hay muchos que desde hace rato no escuchan a la Presidenta. No escuchan a nadie, en realidad. Y hay otros dos actores, claro, que también estuvieron juntos, al menos en algunos carteles. El doctor Alejandro Armendáriz y el escribano Ricardo Lissalde. Otro tema.
EL RADICALISMO: por enésima vez, una interna, de esas que se dice que “fortalecen”. No se sabe nunca a quién pero lo cierto es que, al igual que en el “peronismo”, fortalecen la idea absoluta de disolución y peleas por la nada. Nada para la gente, claro, que los observa y, cada tanto, piensa qué es lo que están tratando de hacer. Las mismas caras, los mismos nombres y apellidos y las mismas negociaciones y disputas. Ahora es la constitución de listas para, por ejemplo, el comité local y el comité provincial. La pelea se repite, el alfonsinismo y los históricos se enfrentan, por allá y por acá. Con matices nuevos y la disputa que encuentra nuevamente a un saladillense con posibilidades de presidir el máximo organismo político de la UCR bonaerense. En este caso, el doctor Alejandro Armendáriz que competirá con el intendente de Chascomús, Juan Gobbi que, desoyendo a la historia de su distrito, no es “alfonsinista”. El mismo Gobbi denuncia presiones y amenazas del “alfonsinismo”, destinadas a fracturar el bloque legislativo provincial, un objetivo logrado. En el pago chico se definió la constitución de la mesa directiva con las nuevas autoridades que asumirán dentro de los próximos 90 días, posiblemente en el mes de agosto. Tanto el actual presidente “Nano” Arrospide como el próximo, Jorge Faretta, se declararon prescindentes en la interna provincial como para dejar bien en claro que jamás el comité local de la UCR fijará una postura política clara más allá de las decisiones del eterno presidente del Comité, en la práctica, Carlos Gorosito.
Por su parte el ingeniero José Luis Salomón conduce el EPA y colocó a varios de sus militantes en la nueva estructura. Sus declaraciones revelan que mantiene una postura equidistante en la interna provincial. “No me gustan ninguno de los dos sectores más allá de las calidades personales de Armendáriz y Gobbi”. Su voto cantado está tan cantado como lo cantan en “off” otros dirigentes que, de la boca hacia cámaras y grabadores, alaban las bondades del hijo del ex gobernador bonaerense y en privado ya tienen su corazoncito bien “antialfonsinista” preparado para la “votación”. En definitiva, no se sabe muy bien qué hace el ingeniero José Luis Salomón aportando nombres y apellidos para la nada. Y como frutilla del postre en la Cámara de Diputados bonaerense el bloque fracturado. En el sector de alfonsinistas y possistas se enrolan Alejandro Armendáriz, Luis Oliver, Liliana Denot, Jorge Silvestre, Roberto Filpo, Aldo Mensi y Walter Carusso, postulado este último para ocupar la presidencia en reemplazo de Ricardo Jano y haciendo valer la mayoría. Junto a Jano están el ex intendente de Brandsen, Carlos García, el platense Sergio Panella, Gustavo Vignali y Valeria Arata. Jano habló de extorsión y Gobbi, de amenazas y todo sigue igual. La UCR, al igual que el PJ, es otro adefesio importante. La política mejorará sin dudas cuando puedan surgir nuevos dirigentes, llamados a ocupar los lugares de dirección política para reemplazar, finalmente a quienes se mantienen durante años negociando, hoy el quórum y mañana lo que venga, sin principios ni partido ni bandera. Los jóvenes radicales (peronistas, socialistas, camporistas, progresistas, socialistas) tienen que estar esperanzados como otros tantos jóvenes. Cuando rompan con las estructuras más viejas de la política podrán crecer y volar. Sin viejas marchas ni viejas ideas. No necesitan ningún sello. No es cuestión de tirar a los partidos políticos a la basura. Se trata de consolidar espacios que permitan la apertura, el disenso y el debate; el estudio y el crecimiento personal sin dogmas ni creencias, ni mentiras históricas, ni verticalismos exacerbados que alimenten la existencia de seres humanos a los que haya que obedecer a ciegas, vayan estos al “cielo” o al mismo “infierno”. Es muy importante, vital y cargado de certezas eso de “Unidos y organizados”. Hay que llevarlo a la práctica. Simplemente.
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